jueves, 31 de diciembre de 2009

Reset: Poniendo el cuenta a "0"

No soy un tipo nada navideño, casi diría que me pone de mal humor. Me aprovecho, como todos, de los días festivos, de las pantagruélicas cenas de la "Mamma", de los reencuentros con los amiguetes que casi no ves el resto del año, disfruto de la nieve cuando llega, sufro los sabañones de mi mano izquierda como todos los inviernos, agradezco los regalitos que me llegan y me lo paso como un niño ideando cositas que regalar.

Para mí, el cambio de año en el calendario, supone poner a cero el contador de lo vivido en los 365 días anteriores. Como cuando después de una salida con la bici, descargo el garmin y echo un vistazo a la velocidad media, las pulsaciones, el desnivel acumulado, las sensaciones experimentadas... Y en la siguiente, me propongo hacer más rápida esa subida dura, trazar de forma más valiente en la bajada y disfrutar de las curvas, sufrir en los llanos y aguantar en posición aero con el plato puesto para mantener la velocidad.

Este año que acaba, ha sido el mejor de los últimos años; empezó mal, muy mal: lesionado y sólo , al poco además perdí a un ser muy querido. Lo acabo lesionado otra vez, pero con el IM de Niza en el bolsillo y en muy buena compañía.

Muchas gracias a todos los que habéis contribuído a que este año, mezclando todo lo bueno con todo lo malo que ha tenido, me deje un regustillo muy dulce en el paladar. A mi familia que tanta paciencia tiene conmigo, a los Jaramugos que tanto echo de menos y con quien me gustaría estar más a menudo, y a los que os pasáis por aquí de vez en cuando a visitarme.

Permitidme además, que haga algunas menciones específicas:

En primer lugar, gracias a Annabel y Jordi de Ibikemechanic, por enviarme un bubbelhead navideño. Os deséo mucha suerte en vuestra nueva aventura.


Y en segundo, un abrazo muy fuerte para David, por acordarse de mí y casi convertirme en millonario.

Por último, a esa personilla que es la gran culpable de que 2009 acabe tan bién. Como agradecimiento, le he preparado un regalito, con la ayuda indispensable del maestro Unai, que le daré esta noche. Gracias Raquel.


Un abrazo muy fuerte para todos.

¡Hasta el año que viene!