jueves, 31 de julio de 2008

"DIE ROMANTISCHE STRASSE"

El martes nos despedimos de nuestros amables anfitriones, los Harbauer, y nos dirigimos hacia Würzburg punto de partida de la "Romantische Strasse" ( https://www.romantischestrasse.de/?lang=uk), la cual hemos elegido como eje central para conocer Baviera. Es un trazado de 350 km que transcurre desde la citada ciudad hasta Füssen, junto a los Alpes y lugar donde se encuentra el famoso castillo de Neuschwanstein. Sólo nos saldremos de la misma a mitad de camino para pasar un par de días en Munich y visitar el "Campo de Concentración" de Dachau. Tampoco la seguiremos estríctamente, sino que iremos seleccionando algunas paradas dependiendo del tiempo disponible.
WÜRZBURG

Seguro que el nombre os suena, porque Salamanca se "hermanó" con esta ciudad el año de la capitalidad cultural, y hoy el pabellón de deportes donde juegan las chicas del "Perfumerías Avenida" lleva su nombre. Siguiendo con el baloncesto, señalar que allí nació Dirk "Robin Hood" Nowitzky.

Es una ciudad bulliciosa, con un centro histórico de calles peatonales excepto por el tranvía, repletas de gente en bici, estudiantes y muchos turistas; muy parecido al ambiente que se vive aquí por el centro. Entramos en la ciudad por el "Residenz" literalmente "Residencia", palacio construído para el emperador, con jardines versallescos rodeándolo; no entramos a visitarlo pero en su interior atesora numerosas obras de arte y estancias rícamente decoradas. Seguimos hacia el centro y conseguimos información de la RS en castellano en la oficina de turismo alojada en un bonito palacete junto a una colorista iglesia del gótico tardío "Marienkapelle".

Luego nos fuímos paseando hacia el "Alte Mainbrücke" (Puente viejo) construído en el s. XV sobre el romano original y decorado con estatuas barrocas, desde el cual admiramos las fortalezas y conventos del otro lado del río.


Volvimos hacia Catedral St. Kilian y tras buscar infructuósamente un restaurante con menú vegetariano del que mi anticuada guía hablaba maravillas, acabamos en la terraza de un vietnamita comiendo un caldo y un arroz que sabían a demonios. Cuando llegamos de vuelta al coche, nos encotramos este regalito.

Con el estómago lleno iniciamos el peregrinar entre valles, bosques, pueblos de cuento y amables gentes. Nos dirigimos Rothenburg ob der Tauber, pero Atalanta en labores de "Luis Moya" no tiene aún mucha confianza con "MariPili" (nuestra chica del TomTom) y acabamos en Rothenbuch entre sorpresa primero, y muchas risas después. Rehacemos parte del camino y llegamos por fín a esta preciosa villa cuando ya caía la tarde.

Rothenburg ob der Tauber
http://www.rothenburg.de/d/ISY/index.php?get=2568



Es éste uno de los lugares más bonitos de la ruta. Rodeado de una muralla, con las calles empedradas y las casas perfectamente conservadas. Un lugar de cuento. Tiendas con escaparates decorados con brujitas y obras de orfebrería; pastelerías, tiendas de regalos... La única pega es que está repleto de turistas japoneses.


Esta vez nos alojamos en un Alergue Juvenil, dónde el "simpático" recepcionista nos señala que nos hemos pasado de edad y debemos pagar un plus. Superado el incidente, observamos con mala cara que nos ha tocado compartir planta con una excursión de críos, y nos tememos lo peor en forma de ruído y alboroto para la noche (afortunádamente nuestros temores no se cumplen y dormimos estupéndamente). Compartimos habitación con un cicloturista entrado en años (bastante más que nosotros) que está haciendo la ruta Viena-Hamburgo, que nos cuenta su peripecia vestido con un pijama nada "fashion".

Salimos a cenar, y nos detenemos en una terraza sobreelevada sobre la calle, iluminada por farolillos, junto a un edificio en el que ensaya un coro, donde cenamos de maravilla, y fuímos atendidos por una amabilísimo y solícito camarero que nos despidió en castellano. Ya sé que suena a postal, pero tengo un testigo que lo puede acreditar.

Continuará...

miércoles, 30 de julio de 2008

EMPIEZA EL TURISTÉO: NURENBERG

Una vez superada la parte deportiva del viaje, comienza la turística. Estando tan cerca no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar Nurenberg, ciudad con tantas resonancias históricas. Además Tridavid y la Triviajera nos habían hablado muy bién de ella, por lo que le dedicamos todo el lunes.
Señalan las guías que es la ciudad más grande de Baviera después de Munich. Residencia de reyes y emperadores. Hoy su nombre es recordado sobre todo por su significancia en en la II Guerra Mundial; antes del final de ésta vivían allí cerca de 8000 judíos; cuando acabó no llegaban a 100. La explicación de éste descenso la comprendemos cuando averiguamos que Nurenberg fué la sede de algunos de los más famosos y multitudinarios "rallies" nazis; auténticas concentraciones con desfiles, discursos y demás demostraciones de poder. Fué aquí también dónde en 1933 se promulgaron las infames leyes que revocaban la ciudadanía alemana a los judíos. Duramente bombardeada por Los Aliados (se habla de 6000 víctimas), y sede de los famosos "Juicios de Nurenberg" contra las personalidades más señaladas del Régimen Nazi.
La mañana la dedicamos al centro histórico, que ve llegar al visitante entre calles peatonales y bulliciosas. El objetivo es llegar a la parte alta de la ciudad donde se encuentra el Castillo Imperial "Kaiserburg". Antes hemos cruzado sobre el río Pegnitz a la altura de una pequeña islita, y tras atravesar la plaza del mercado deteniéndonos para admirar la "Schöner Brunnen" (Fuente maravillosa), el antiguo ayuntamiento, y la Iglesia de San Sebaldo "St Sebalduskirche".

Desde el castillo, rodeado de preciosos jardines se disfruta de fantásticas vistas de la ciudad.

Es un lugar muy pintoresco, que choca al "ojo castellano". En verano se proyectan películas al aire libre sobre uno de los muros como bién nos habían contado David y Ainhoa; no conocíamos la de ese día, pero al siguiente le tocaba el turno a "Once", peli de la que os hablé en este blog hace unas semanas.

Como hemos dejado el coche en una zona de aparcamiento de pago y tenemos que ir a renovar el ticket, decidimos aprovechar para desplazarnos hacia la zona que el Partido Nacional Socialista utilizaba para sus concentraciones. Un enorme complejo que no se llegó a terminar y que contiene entre otras cosas un campo de aterrizaje para los Zeppelines (hoy utilizado para grandes conciertos al aire libre y competiciones automovilísticas), un Centro de Congresos construído a imagen y semejanza del "Coliseo" de Roma (ahora centro de documentación y Teatro), tribunal principal y pista de desfiles. Ésta última tiene 2000 metros de longitud y fué utilizada por los americanos como pista de aterrizaje (para que os hagáis una idea de sus dimensiones). Todo ello rodeando un lago y con bosques por doquier.


Por la tarde nos dirigimos hacia la sede de los "Juicios de Nurenberg" pero no pudimos entrar en el recinto, porque hoy en día se sigue utilizando por el Ministerio de Justicia Alemán, y sólo está abierto al público los fínes de semana.



Así que nos dimos un último paseíllo por el centro, nos tomamos una cerveza en la Plaza del Mercado viendo pasear a las mozas bávaras cuyas mollas tanto gustan a Atalanta, y cenamos en un chino. La foto es de Atalanta rompiendo la típica galletita de la suerte. ¿Sabéis que ponía en ella?: "En tus próximos retos deportivos obtendrás grandes éxitos".

sábado, 26 de julio de 2008

¡EL DÍA ANTES DEL EXÁMEN!


Más o menos así andaba nuestro estado de ánimo; nerviosos e inseguros.
Acudimos de nuevo a Roth para el briefing en español que nos impartiría Jordi, organizador de la Challenge de Barcelona. Decidimos dejar las bicis en casa y volver luego a por ellas por si mientras tanto deja de llover.
Tras comprar la famosa camiseta con los nombres de todos los participantes (ilusos de nosotros que pensábamos que la daban al terminar) nos dirigimos a la carpa, donde escucharíamos que la previsión meteorológica es desalentadora, noventa por ciento de posibilidad de lluvia, con ligeras esperanzas de sol durante la maratón (eficacia germana). No somos muchos este año (unos 150) pero atendemos las sugerencias que nos ofrecen y hacemos las preguntas que nos inquietan. Una vez terminada la reunión, a comer. Atalanta está peor hoy, y solicitamos la ayuda de Tridavid que se encuentra en Austria para participar en el Ironman de Klagenfurt, quien nos recomienda un par de medicamentos. Decidimos dar una vuelta por el centro, para buscar una farmacia y comer algo de pasta. Habíamos olvidado que es sábado, y con mi limitado alemán, no entiendo cuál es la de guardia.
Nos metemos a comer en un italiano, regentado por un abuelete vocinglero, que debe ser algo pedófilo, porque las camareras son todas jovencitas y muy monas. Tras engullir un plato de pasta Atalanta y yo una deliciosa pizza vegetariana, mientras localizábamos nuestros nombres en la camiseta (hemos tenido suerte porque estamos en el frontal; Antonio aparece en el dobladillo), les preguntamos a la amable camarera si conoce una farmacia abierta, y nos dirige a una de la plaza, despidiéndonos con un encantador "Ciao". Allí no nos dan la medicina que nos recetó Dr.K por carecer de receta, pero nos suministran otra parecida según la farmacéutica.
Volvemos a por las bicis para llevarlas a la T1 bajo un cielo que nos da algo de tregua, y apenas caen cuatro gotas. Las colocamos en sus cubiles, las tapamos con las famosas bolsas amarillas y nos hacemos las fotos de rigor.




















Cuando ya nos íbamos, Atalanta "caza" al veterano Hellriegel (tiene nuestra edad) que está haciendo lo que nosotros con su Look y consigue hacerse una foto con él.

Pensando que el sábado también había "comida de la pasta" volvemos a Roth, pero al parecer no hemos leído bién las instrucciónes, así que damos un paseo, y para casa, que hay que acostarse temprano. Ya en casa de los Harbauer acordamos que Antonio se venga con nosotros el domingo para que su familia no tenga que madrugar tanto. Nos metemos en la cama con malos presagios por parte de Atalanta, que cada vez se encuentra peor, y no ha sido capaz de retener alimentos estos días, y acordándonos del Ciegosabino, q es la única "pata" que falta del trío de "tristes triatletas jaramuguiles", y con quien nos hubiera gustado vivir esta experiencia.

viernes, 25 de julio de 2008

¡DÍAS DE NERVIOSISMO Y RISAS!

Nos levantamos el viernes por la mañana y tras un desayuno estupendo, nos dirigimos hacia Roth. Hace muy buen día, soleado y de temperatura muy agradable. Tardamos un poco más de lo previsto, porque hay obras en la carretera. Pese a la cercanía, atravesamos varios pueblos típicamente bávaros: Casas bajas pintadas de colores y jardines cuidadísimos; entre medias, bosques y lagos. Se nota que ésta es una de las zonas más bonitas de Alemania, y dónde según las encuestas, a casi todos los alemanes les gustaría vivir.Cuando llegamos, al buscar la zona cero, primera anécdota, de la que nos estuvimos riendo durante todo el viaje; y es que el Atalanta se quedó sin habla al preguntar a una ciclista estupenda. Ehh... We... Do you... the transition...?? Mientras, ella nos miraba con expresión cada vez más circunspecta. Jajajajaja!!!! Lo preocupante es que no estoy seguro de si miraba más a la chica o la preciosa Cervélo que llevaba.

Al buscar sitio para aparcar, mi compañero de aventuras para a preguntar en una tienda de bicis, "El Diavolo", auténtica Cueva de Alí Babá repleta de maravillas, y de la que tuve que sacarle a tirones durante todo el fín de semana, porque el tío se lo quería comprar todo.

Ya dentro del tinglado, nos acercamos a recoger los dorsales. Vamos encontrándonos con algunos españoles y nos ponen la pulserita estilo Benicassim. Se nos caen los ojos en algún que otro stand repletos de máquinas, y nos tomamos la primera cerveza.

Después proseguimos con la visita al resto de tiendas, casetas y expositores dónde entre otras cosas comprobamos nuestra pinta con un casco aero, y Abel se empeña en ligar con una chica vestida de neopreno, pero que no le hace caso.

Cada vez estamos más convencidos de que hay que comprarse una cabra para ser "alguien" en este mundillo. Atalanta se decanta por la Specialized, mientras que yo quiero algo más aero todavía: Una bici con carenado!














Ya es mediodía, así que buscamos un sitio para comer, repostando como casi siempre que viajamos al extranjero, en un Turco. Fué aquí donde empecé a preocuparme en serio por la salud de mi compañero de aventuras, porque no fué capaz de terminarse el dönner kebab que pedimos, y no recuerdo haberle visto renunciar nunca a la comida. Para los que no lo conocen, a pesar de lo delgado que está, es una auténtica máquina de zampar, sólo superado por otros carpantas aún más tragones de la pandilla.
Siguiendo los consejos de Luarca en los foros, decidimos ir un rato a nadar en el Rothsee, un lago cercano. Según nos acercamos, comienza a llover, pero nos sentamos en un chiringuito y disfrutamos del espectáculo: Un lago precioso, con patos en las orillas, cuidadísimo todo, ni un papel en el suelo, un sendero que transcurre por la orilla del lago frecuentado por caminantes, gente joven y guapa... Nos clavan 8 euros por dos vasos de agua (aunque luego nos devolvieron 4 al entregar los vasos vacíos) y cuando tímidamente sale el sol de nuevo, A se echa una siesta mientras yo me doy un paseo. Cuando vuelvo, el calor aprieta otra vez, y nos damos un baño. Algunos triatletas luciendo neopreno han cruzado desde la otra orilla entrenando, pero nosotros somos algo vaguetes, y nos basta con unas brazadas.












Luego fuímos a explorar la T1 y la zona de natación. Es tal y como lo recordamos de los vídeos tantas veces vistos, aunque de momento aparezca vacío de público. Poco más tarde se pondría a llover otra vez y ya no pararía en todo el fínde. A llegar a casa nos encontramos con Antonio (AJSM) forero de El Atleta, gracias al cual conseguimos la pista del alojamiento. Comentamos cosas de novatos, y quedamos para vernos al día siguiente. Cenamos algo y prontito a la cama. Parecemos unos abueletes...

jueves, 24 de julio de 2008

EL COMIENZO DE LA AVENTURA

Salimos el miércoles 9 de julio por la tarde en dirección a tierras germanas con la intención de hacer noche en territorio galo y continuar al día siguiente. Conforme se echa la noche encima, el cansancio hace acto de presencia. Conducir de noche me fatiga mucho y Atalanta ha trabajado ese día. Probamos suerte en Tolosa, cerca de San Sebastián, pero el albergue que yo conocía de mis visitas a Cheyenne Radikal Bikes está cerrado, y todos los hoteles del pueblo están llenos. Decidimos continuar y nos plantamos en Francia buscando algún anuncio de hotel en la autovía, sin éxito. Al ver un cartel anunciando la cercanía de Dax, que yo conozco de oídas por boca de Diana, decidimos probar suerte... Si habéis viajado por el país vecino, ya sabréis que llegada cierta hora del día, las calles se vacían y todo aparece cerrado a cal y canto. Por fortuna vemos de reojo un gran letrero luminoso (casi parecía más un club) bajo el que toman el fresco unos parroquianos, y al acercarnos: Eureka; les queda una habitación. Además nos dejan guardar las bicis en un salón anexo. Subimos el equipaje, pisamos la obligada moqueta hotelera, nos comemos las viandas que nuestras respectivas madres nos han preparado y a dormir.

Al día siguiente, comienza el calvario para Atalanta, que se levanta con sensación de empacho y molestias abdominales. Bajamos a desayunar a la cafetería, hojeamos un libro con la historia del "Tour de France" que tienen por allí, y nos agarramos al volante para cubrir los casi 1500 km que tenemos por delante. Comienzan los abusivos peajes galos y nos dan el primer susto por los precios europeos del combustible. Pasamos cerca de lugares con nombres conocidos: Burdeos, Poitiers, Tours... Atravesamos París y a la altura de Metz, por fín entramos en Alemania. Aquí aparecen las obras en las carreteras, que veríamos a menudo (parece que lo de que sólo existían en España es un tópico). Pronto vemos carteles de Nurenberg, y al filo de las 22:00 horas nos presentamos en Schwarzenbrucke/Pfeiferhütte, un pequeño pueblecito en el que gracias a un forero de El Atleta, Antonio (alias AJSM) conseguimos habitación en casa de los Harbauer. Inge y su marido nos trataron aquí con tanta amabilidad, que unos paletos como nosotros, al principio desconfiábamos. Una habitación enorme, nos guardaron las bicis en un garaje, buffet de desayuno muy bien surtido, y el marido ofreciéndonos aún más posibilidades; sonrisas, facilidades y un trato muy familiar. Sin duda muy recomendable.
Continuará...

miércoles, 23 de julio de 2008

ROTH 13/07/08

Voy a dejar a un lado el relato del viaje anterior y posterior al día D para centrarme en la crónica de lo que fué mi soñado bautizo en la distancia Ironman.

Todo el día anterior lloviendo, noche en duermevela por los nervios y por los paseos de Atalanta77 al baño. Llega la hora de levantarse, desayuno rápido que nos había preparado amáblemente nuestra casera Inge, nos encontramos en la puerta con Antonio, alojado en el mismo hotel y forero habitual de "El atleta". Todavía de noche y bajo la lluvia salimos camino de la T1. El ánimo anda bajo; Atalanta tiene mala cara, casi tan mala como la que nos ofrece la T1 al llegar cuando empezaba a amanecer: Todo está encharcado. Dejamos el coche en un parking habilitado en un prado a un par de kilómetros, y en 10 minutos andando nos plantamos en el Canal. A pesar de que faltan dos horas para la salida, aquello es un hervidero de participantes y acompañantes. Destapamos un poco las bicis, damos aire a las ruedas, colocamos los bidones, nos dejamos pintar el número en brazo y pierna, y nos animamos mútuamente para desvertirnos y embutirnos el neopreno. El tiempo pasa deprisa, y casi sin darnos cuenta estamos a punto de comenzar lo que será un día muy, muy largo. Poco antes de nuestro turno, vemos salir del agua e iniciar la bici a los profesionales que han salido bastante antes que nosotros. Van embalados y tardan un suspiro en salir de la T1.
Al final saldremos en distintas mangas: Atalanta a las 7:25 y yo a las 7:30. Nos damos un abrazo de ánimo y lo despido con tristeza, porque sale ya vencido; la enfermedad ha podido con él, y hará un tremendo esfuerzo para superar la natación y disfrutar al menos de la subida al Solarberg.
Poco después me meto en el agua, a la espera de la señal de salida de mi grupo (gorro verde).

NATACIÓN:1:19:24
Casi se está mejor que fuera. He vuelto a dejar entrar algo de agua en el traje por la zona del cuello como recomiendan por los foros, y la sensación de opresión en el pecho de Buelna no aparece. Dentro de un grupo numeroso (más bién a la cola), empiezo al tran-tran, hacia el primer puente; se hace largo, y cuando giramos, decido apretar un poco porque tengo buenas sensaciones, aunque voy rodeado y de vez en cuando recibo y doy algún golpe. En el último tercio me parece ver a Atalanta, aunque con el maremágnun de gente no estoy seguro (luego él me confirmó que sí que nos vimos). Tiro para delante pensando (nos habían dicho el día anterior que sólo se cruzaba un puente) que la salida del agua está cerca, pero pronto veo que el "bancal" de neoprenos se extiende hasta más allá del otro puente, así que aprieto los dientes y sigo "dale que te pego" por la orilla externa del canal hasta el pasillo de salida. Primera prueba superada: He nadado 3,8 km (nunca lo había hecho antes). Salgo algo mareado como siempre, camino-troto, pillo mi bolsa y a la carpa a cambiarme. Sigue lloviendo...
BICI: 6:28:22
Menos mal que habíamos llevado ropa de ciclista (aunque de verano) porque teníamos previsto hacer alguna subida en los Alpes, porque al menos así podríamos salir secos de cada transición. También a última hora, decidí meter las zapas de bici en la bolsa, y salir caminando con ellas puestas para no mancharme de barro los piés. Transición lenta: Hay que quitarse el neopreno y cambiarse por completo; maillot, culotte, barritas, dorsal... Y además echarle ganas para salir a la lluvia. No sé qué hacer, si esperar a Atalanta y animarle, o tirar para adelante, y no obligarle a esforzarse más todavía. Dudo unos minutos, y finalmente salgo a por la bici. Le quito el plástico amarillo y empiezo a pedalear. A los pocos metros me paro y ajusto el sensor del cuentakilómetros que no está bien. Vuelvo a montar, y trato de animarme pensando que estoy en el escenario tantas veces soñado. No deja de llover, y hay bastante agua en algunas zonas. Voy con bastante gente alrededor, pero poco a poco iría encontrando mi posición, pasando a unos y siendo rebasado por otros (los primeros que me doblaron y los de relevos). Nos vamos animando unos a otros, sobre todo cuando te encuentras a algún español. Sorprende que pese a la temprana hora, y a la que está cayendo, se ve ya bastante público. Voy muy reservón. Intento mantener cadencia alta, y en las bajadas no dejo de pedalear para mantenerme caliente, porque ya estoy empapado y empiezo a tener frío. La experiencia es cualquier cosa menos agradable, y sólo el ánimo de la gente te hace sonreir de vez en cuando. La última hora y media aparecen dolores en el gemelo de la pierna derecha, y en la articulación de la rodilla que no me dejan apretar sentado, así que las subidas las hago de pié pasando a bastante gente. Las manos parecen pasas (Talín dixit) y los piés hacen "chof-chof" cuando los mueves en las zapas. Afortunádamente al final la lluvia nos da un respiro, y la última hora el sol va apareciendo en el cielo tímidamente. Casi sin darme cuenta estoy en la T2, y como me dice un español (Dani http://www.ironmentxi.blogspot.com/) con el que cruzo unas palabras, "sólo nos queda una maratón". Al final de una recta en bajada, gran concentración de público, giro a la derecha, y unos voluntarios me sujetan la bici y me indican que vaya hacia la tienda de la T2.

CARRERA:5:45 aprox
Otra vez a cambiarse por completo. Unas voluntarias me dan mi bolsa. Me desvisto e intento secarme algo. Me doy vaselina en los piés, me pongo las medilast, el disfraz de triatleta para correr, pillo un par de barritas y recojo todo para meterlo en la bolsa. Fué aquí dónde un poco cansado ya, olvido el chip en el banco donde me cambié. Salgo a correr bajo el sol, lo que me anima bastante. Al salir, enseguida me saluda la mujer de Antonio que me dice que anda por el kilómetro 120 de la bici, y 100 metros más tarde veo a Atalanta, que me dice que me ve muy bién y que ya lo tengo conseguido. Mucha gente animando. Empiezo a trotar y tengo buenas sensaciones. En el bosquecillo que nos aleja del pueblo, me cruzo con Utte Mückel, una veterana que va por el km 37. Al poco empiezan las ganas de vomitar, pero las ignoro y disfruto del espectáculo de correr por el canal rodeado de público y otros participantes. Un par de náuseas más y me tengo que apartar apresurádamente del encharcado camino para vomitarlo todo con gran violencia. Contínuas arcadas me dejan vacío, pero cuando termino, sorprendéntemente no tengo molestias estomacales. Empiezo de nuevo a correr y poco a poco voy alcanzando mi velocidad de crucero prevista en torno a 5 min/km. Los dolores de la rodilla derecha han vuelto a aparecer, pero aprieto los dientes y no les hago caso. Sigo adelantando gente y llego al primer punto de retorno del circuíto del canal muy entero. Pienso que tengo que intentar comer y beber algo, así que doy sorbitos de agua y como algún trozo de barrita con mucha precaución. Pronto empiezan los retortijones; el estómago me pega unos pinchazos dolorosos que de vez en cuando me obligan a pararme y doblarme por la mitad. Los que me adelantan me animan y me dicen que continúe. Al pasar por un puesto de esponjas, decido pasar por el bosque y aportar algo de abono (ya sabéis para qué quería las esponjas). Como al vomitar, ha sido una decisión acertada porque se me quitan las molestias. Vuelvo a correr, y me recibe la lluvia de nuevo. Así continúo pasando kilómetros, y aunque en las pequeñas subidas procuro no forzar nada de nada,los tiempos de paso van aumentando poco a poco. El dolor de rodilla comienza a hacerse insoportable y decido andar un poco, pero llueve con fuerza y me quedo helado. Intento volver a correr, pero entre el dolor de la rodilla, y la pesadez de las piernas frías, no aguando más que hasta el 26 apróximádamente, donde definitívamente se acaba mi galopada y comienza la agonía de llegar sea como sea a meta. Entre medias se han quedado las ilusiones de hacer en torno a 12 horas, y el susto al llamarme la atención por que mi chip no pitaba en los puntos de control. Como un fogonazo me viene a la mente la imagen del chip que se ha quedado en el banco de la T2. Casi me pongo a llorar pensando que después de tanto esfuerzo, sacrificio y sufrimiento, probablemente no me dejen entrar al estadio. Casi estoy a punto de abandonar, pero pensando en Atalanta y en los años que llevo soñando con ser Finisher en un Ironman, decido continuar pase lo que pase. Voy andando y tiritando de frío. Me empieza a molestar también la cadera derecha, y mi caminar se ralentiza aún más. Una niña está ofreciendo bolsas de basura a las que la familia recorta eprturas para la cabeza y los brazos. Me la pongo y disfrazado de pitufo azul continúo concentrándome únicamente en la imagen de mi entrada en meta. La gente te anima por tu nombre para que vuelvas a correr, te da palmadas, te apláude, te emociona... Pero para mí el mundo que me rodea se difumina, y voy mirando al frente, cabizbajo, como en un túnel. Cuando supero el km. 40 el día se ha templado algo; ha dejado de llover hace rato, como algunas galletitas saladas que me sientan bién, me despojo de la bolsa, y me azuzo a mí mismo al oir la megafonía de meta. A falta de menos de 900 metros un grupo de españoles de Arroyomolinos a los que saludamos el viernes al recoger los dorsales, saltan la valla y uno de ellos me abraza y me obliga a correr hasta meta. Entro en el estadio como en trance. No me lo acabo de creer. La gente te ofrece la mano para que se la choques, corea tu nombre, te apláude. Cruzo el arco de meta, me colocan la medalla al cuello y por un instante soy consciente de que lo he conseguido, aunque aún estoy un poco aturdido.

FINISHER: 13:46 aprox.
Me saluda Jordi, organizador del Challenge de Barcelona que nos había dado el briefing en español el sábado. Le cuento lo del chip, y se ofrece a intentar solucionarlo. Hace varias llamadas, pero aquello es un alboroto de música, luz y gente. Continúa entrando gente, y quedamos en vernos luego en la carpa. A los pocos metros veo a Atalanta, que me hace la foto, y con el que me fundo en un abrazo. Lo has conseguido tío, me dice. Vamos juntos hacia la carpa. Recojo mis cosas y me cambio. Tengo hambre y me como un bocadillo y un par de pasteles. Me siento y voy corriendo a por la camiseta de finisher que había olvidado pillar. No estoy tan cansado como esperaba. Sólo me molesta la rodilla derecha, pero ha habido pruebas en las que he acabado muchísimo peor. Ha sido un día muy largo, y lo que más me apetece del mundo es una ducha caliente y meterme en la cama, aunque todavía nos queda ir a buscar las bicis, y pillar el bus que nos lleve al aparcamiento del coche. Me clavan 50 euros por perder el chip, y cuando les pregunto que si lo han encontrado, me dicen que no, pero la impresión es que si lo han hecho, no se han molestado en comprobarlo. Tienen un cubo lleno de ellos de la gente que los va entregando al recoger la bici. Hacemos cola para el bus, y nos echamos unas risas con el conductor, que resulta ser andaluz, y que gracias a su amabilidad nos salva de un apuro, porque no reconocemos nuestro parking (había varios) y cuando nos quedamos sólos nos acercó de nuevo al coche. Cargamos las bicis y tras media hora más o menos, por fín llegamos a casa. Ducha y a la cama.

Ha sido un día muy duro. Pero sin duda alguna, ha sido uno de los días que con más intensidad he disfrutado en mi vida.

Gracias a todos por vuestros ánimos y felicitaciones.

I'M AN IRONMAN!

miércoles, 16 de julio de 2008

HOLA A TODOS: ME LLAMO IRONMANU Y SOY FINISHER:


Jejejeje...
Por fín puedo decirlo.
Hoy por primera vez hemos podido acceder a un ordenador con buena conexión, pero la crónica será a la vuelta, porque todavía estoy metabolizando todo lo que viví y sentí el domingo 13.
Fué un día feo, frío, lluvioso, duro, triste por mi amigo Atalanta, y no llegué a meta como me había imaginado que lo haría tantas veces. El olvido del chip en la T2 me hizo temer que no me dejasen entrar a meta. Al final 13:46 aproximadamente (salí en la tanda de las 7:30).
Quiero daros las gracias a todos los que me habéis animado durante todo este tiempo; a los que me habéis mandado sms de felicitación; a Tridavid que hizo de médico particular para mi companero Atalanta desde Austria; en fín a todos los que habéis estado ahí.

Muchas gracias y preparáos para el ladrillazo que os voy a pegar a la vuelta.

Taluego!

martes, 8 de julio de 2008

SE ACABARON LAS EXCUSAS: ROTH 13/07/2008

El paisano de la foto tiene 72 años y participa también en Roth el domingo. Forma parte de un grupo de abueletes llamado "The Aged Pensioners". Más información y un vídeo en la página de Roth. Aún nos quedan muchos años ...
Mañana partimos para tierras germanas. De la última semana sólo puedo decir que lo mejor es intentar olvidarla cuanto antes. Intentaré centrarme estos días en disfrutar del viaje y del que ha sido uno de mis sueños desde hace bastantes años.
R&R!!!!

martes, 1 de julio de 2008

¡CRÓNICA DE UN FÍNDE AL ESTILO J&J!
















Esta es la segunda vez que escribo sobre el LD de Buelna, porque ayer se borró todo accidentálmente, y como no soy un tipo dotado de gran paciencia, me temo que ésta va a ser más breve.

La semana pasada fué especialmente extenuante en lo laboral, con múltiples complicaciones, que me obligaron a ir cargado con el móvil de la empresa, incluso el sábado mientras viajábamos. Como decía, estaba algo estresado por lo que decidí bajarme el viernes por la tarde al pueblo para darme un baño en el río (el primero del año), probar el neopreno (sí, ya sé que debería haberlo hecho antes), y relajarme cenando con los amigotes junto a unas mahous disfrutando del atardecer en La Pesquera. Lamentáblemente, cuando por fín llegué eran casi las nueve de la noche, por lo que desistí de la idea del traje, y me dí un chapuzón que me quitó mil penas de encima. Luego cenamos algo de pasta regada con cerveza en el chiringuito, mientras ultimábamos los últimos detalles de la logística. Nos retiramos pronto, pues quien más quien menos, aún tenía que preparar las cosas y al día siguiente madrugábamos.

Sábado:

Suena el despertador y nos ponemos en marcha. Este año el viaje resulta mucho más rápido y cómodo que el año anterior, pues está casi terminada la autovía. A las 11 de la mañana, ya estamos en Buelna, con ilusiones de hacerlo todo en plan relajado. Recogemos los dorsales, y nos largamos a Comillas para dejar las bicis en la T1. Tardamos más de lo esperado, pues pese a ser poco más de 30 km, se atraviesan algunos pueblos, y todo está lleno de coches y gente (el verano y el buen tiempo). La estampa al llegar es típicamente "domingueraveraniega": La playa atestada, y mirando con curiosidad a los triatletas que van llegando. Preparamos las bicis y nos dirigimos a la zona de vallada para dejarlas, cuando una vez más mi mala química con el personal federativo hace acto de presencia. No llevo el casco (no me pareció buena idea dejarlo al sol) y al parecer es obligatorio. El personaje en cuestión, ataviado con unas gafas de sol espejadas, se me encara y me suelta algo así como:"Te voy a poner una "c" de casco junto a tu nombre; quédate con mi cara, vete a por él y búscame tú a mí, porque si no lo haces, luego no te extrañes de que no salgas en las clasificaciones". Todo ésto por supuesto sin ningún "por favor" o "gracias" de por medio, y con muy malos modos. A veces creo que tienen una foto mía que se pasan entre ellos, para tocarme las narices. Volvemos al coche comentando el incidente, y admirando el rebaño de cabras que hay en boxes y nos largamos de vuelta a toda velocidad, pués aún nos queda dejar el material para la T2, comer y pillar el bus que nos traerá al punto de salida.

Una vez en la zona de meta, dejamos las zapatillas, gorra y alguna cosilla más, y debemos comer la pasta que hemos llevado, en la cola de subida al autobús, porque el tiempo se nos ha echado encima. Ya en marcha, como comenta Atalanta en su crónica, nos sentamos separados, lo que da pié a relacionarnos con otros chalados. Él charla con un chaval de 24 años que ya lleva 4 participaciones en IM, entre ellas una muy pintoresca en Arizona; yo me siento con Pedro, un tío muy majo, habitual del circuito de tris sprint y olímpicos, que debuta aquí en LD (un saludo desde aquí).

Llegamos a la playa, cuanto falta una media hora para la salida, y nos encontramos con la sorpresa muy agradable de que Antonio Alix es el speaker. Nos untamos de vaselina, halibut y protector solar, y por fín estreno mi traje. Me queda muy,muy justo, pero bueno, según la gente experimentada tiene que ser así. Nos acercamos a la orilla y el oleaje nos lleva a comentar que va a ser divertido. Unos paletos de río como nosotros en nuestra primera incursión natatoria en mar algo picadillo.

NATACIÓN
Se da la salida y para allá nos lanzamos (de los últimos por supuesto). El oleaje hace complicado avanzar; hay veces que estás en lo alto y das brazadas en el aire, aunque al menos vislumbras la boya, otras tragas agua y recibes/das algún que otro golpe. Paso por unos minutos de crisis, porque el traje me aprieta tanto, que no puedo inhalar todo el aire posible, además tengo la nariz algo taponada (como siempre) y me agobio un poco. Cuando llegamos a la primera boya, avanzamos de través y todo mejora; por fín se puede "nadar". El paso por la segunda boya nos encara hacia la playa, con el oleaje a favor, pero hay que tener cuidado pues hay algunas rocas a ras de superficie. Salimos a la arena y vuelta a empezar. El problema de opresión se ha solucionado; quizá tengan razón los comentarios que he leído por ahí, de que el traje es de un material que dilata al calentarse, y que es preciso hacerse unas series antes para que se ajuste. Salgo del agua y sorpresa: No soy el último, y al llegar a la T1 quedan aún bastantes bicis. ¡Qué alegría! Los madrugones de este invierno/primavera para ir la piscina han merecido la pena. 0:36:45

BICICLETA

El año pasado el recorrido fué durillo, y éste se comentaba que lo habían cambiado algo, y a peor. Me quito el traje, aunque me debo sentar porque como siempre estoy muy mareado, me pongo el disfraz de triatleta-ciclista y a dar pedales. Echo unos tragos de agua para enjuagarme la boca y quitarme el sabor a sal. Empiezo bién, descansado. En seguida empiezo a adelantar a gente en las cuestas, aunque no me quiero cebar. Paso a Iker (superratón) que íba tocado, disfruto de las bajadillas, y me concentro en mantener un ritmo uniforme, para no castigarme. Hay algo de viento en los llanos, y un par de subidas durillas por delante. En el 50 me pilla Atalanta, que va muy fuerte, y le dejo ir; hemos llegado a la zona del desfiladero, que el año pasado era un infierno, pero éste no hace tanto calor y es mucho más llevadero. Intento beber cada poco del bidón con geles, y lo alterno con agua de vez en cuando. Me como un mulebar, y casi sin darme cuenta estoy en la tercera hora de bici. Decido regular, pensando que la carrera a pié es una incógnita para mí, y quiero llegar lo más fresco posible. Supero la última subida que se atraganta bastante y ya estoy en la T2, ensayando la bajada estilo Raña. Parcial: 3:18:00 a una media de 27.7km/h

CARRERA A PIÉ

Tuve mis dudas, pero al final opté por usar las medilast. Llevo desde la HH sin poder utilizar las plantillas ortopédicas, porque me molestaba mucho el pié averiado, y me siento algo raro al correr, pero me lo tomo con calma. La primera parte es la más fea; te alejas del pueblo, por una zona solitaria (creo que podrían y deberían buscar alguna alternativa), intento mantener una trotecillo ligero, sin alargar la zancada (es lo que peor me ha ído últimamente para los gemelos, a pesar de ser mi forma de correr), me paro en los avituallamientos para beber andando, y "piano,piano" me planto en la segunda parte, que consiste en dar varias vueltas por y alrededor de las pistas de atletismo donde está instalada la meta. El calor de la gente, y los ánimos de Atalanta, consiguen que todo se pase más o menos bién. No he tenido problemas con los gemelos, ni con el pié (salvo en zonas irregulares dónde la sensación es parecida a la de un esguince reciente), sólo algunas pequeñas molestias en la "cabeza" de la rodilla como también me pasó en la HH. Parcial:1:55:43
TOTAL:5:50:28. Puesto 124

Conclusiones:
-No me he exprimido a tope, pero tampoco me veo en forma como para ir "rápido". Ahora mismo no tengo sensaciones de ir fuerte, pero sí de aguantar. Después de la prueba me dieron un masaje los voluntarios,que me recomendaron darme otro en breve, pues tenía bastantes contracturas. Hacía que no corría tanto desde abril de 2007 en la 1/2 de Cáceres (no cuento la HH).
-Me quedé con ganas de conocer a Humberto (Trigloberías) con el que sí estuvo Atalanta, y que al parecer bajó de 5 horas; a Santa, que he leído en su blog que también lo hizo muy bién, y a algún otro bloguero más. Al final no pillé a Alix para hacerme una foto con él como me hubiese gustado.
-Es una prueba para repetir. La gente de la organización es encantadora y amabilísima. Siempre con una palabra agradable y una sonrisa. De verdad merece la pena.
-Después de la prueba, hicieron una parrillada, con lo que a mí en principio me dejaron bastante chafado. Otra vez aparece aquí la gente de la organización. Se lo comento a una chica (creo que es hermana de Noemí) y me facilita el teléfono de la pizzería, y en veinte minutos, tenía mi pizza vegetariana. Al mismo tiempo comenzaron las actuaciones de grupos locales en un escenario montado en el mismo recinto. Qué ricos nos supieron los cachis de cerveza con la satisfacción del deber cumplido. Echamos unas risas con Botón y la gente del club Trival de Valdemoro, y a eso de las 2 de la mañana, a dormir. Una pena que casi no quedaran triatletas en la fiesta, porque la mayoría eran gentes del pueblo.

En definitiva, éste ha sido el último episodio antes de Roth. Comencé a escribir este blog hace un par de meses, con la idea de compartir mis vivencias y pensamientos, teniendo en mente siempre el día 13 del mes que viene, y ahora estamos a las puertas. Sé que voy muy justo de preparación, pero voy lleno de motivación e ilusión.

Muchas gracias a todos y una vez más : ROCK & ROTH!!!
Pdta: Al final me he vuelto a enrollar. Perdón por el ladrillo.