Al día siguiente, comienza el calvario para Atalanta, que se levanta con sensación de empacho y molestias abdominales. Bajamos a desayunar a la cafetería, hojeamos un libro con la historia del "Tour de France" que tienen por allí, y nos agarramos al volante para cubrir los casi 1500 km que tenemos por delante. Comienzan los abusivos peajes galos y nos dan el primer susto por los precios europeos del combustible. Pasamos cerca de lugares con nombres conocidos: Burdeos, Poitiers, Tours... Atravesamos París y a la altura de Metz, por fín entramos en Alemania. Aquí aparecen las obras en las carreteras, que veríamos a menudo (parece que lo de que sólo existían en España es un tópico). Pronto vemos carteles de Nurenberg, y al filo de las 22:00 horas nos presentamos en Schwarzenbrucke/Pfeiferhütte, un pequeño pueblecito en el que gracias a un forero de El Atleta, Antonio (alias AJSM) conseguimos habitación en casa de los Harbauer. Inge y su marido nos trataron aquí con tanta amabilidad, que unos paletos como nosotros, al principio desconfiábamos. Una habitación enorme, nos guardaron las bicis en un garaje, buffet de desayuno muy bien surtido, y el marido ofreciéndonos aún más posibilidades; sonrisas, facilidades y un trato muy familiar. Sin duda muy recomendable.
Continuará...
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