Más o menos así andaba nuestro estado de ánimo; nerviosos e inseguros.
Acudimos de nuevo a Roth para el briefing en español que nos impartiría Jordi, organizador de la Challenge de Barcelona. Decidimos dejar las bicis en casa y volver luego a por ellas por si mientras tanto deja de llover.
Tras comprar la famosa camiseta con los nombres de todos los participantes (ilusos de nosotros que pensábamos que la daban al terminar) nos dirigimos a la carpa, donde escucharíamos que la previsión meteorológica es desalentadora, noventa por ciento de posibilidad de lluvia, con ligeras esperanzas de sol durante la maratón (eficacia germana). No somos muchos este año (unos 150) pero atendemos las sugerencias que nos ofrecen y hacemos las preguntas que nos inquietan. Una vez terminada la reunión, a comer. Atalanta está peor hoy, y solicitamos la ayuda de Tridavid que se encuentra en Austria para participar en el Ironman de Klagenfurt, quien nos recomienda un par de medicamentos. Decidimos dar una vuelta por el centro, para buscar una farmacia y comer algo de pasta. Habíamos olvidado que es sábado, y con mi limitado alemán, no entiendo cuál es la de guardia.
Nos metemos a comer en un italiano, regentado por un abuelete vocinglero, que debe ser algo pedófilo, porque las camareras son todas jovencitas y muy monas. Tras engullir un plato de pasta Atalanta y yo una deliciosa pizza vegetariana, mientras localizábamos nuestros nombres en la camiseta (hemos tenido suerte porque estamos en el frontal; Antonio aparece en el dobladillo), les preguntamos a la amable camarera si conoce una farmacia abierta, y nos dirige a una de la plaza, despidiéndonos con un encantador "Ciao". Allí no nos dan la medicina que nos recetó Dr.K por carecer de receta, pero nos suministran otra parecida según la farmacéutica.
Volvemos a por las bicis para llevarlas a la T1 bajo un cielo que nos da algo de tregua, y apenas caen cuatro gotas. Las colocamos en sus cubiles, las tapamos con las famosas bolsas amarillas y nos hacemos las fotos de rigor.
Cuando ya nos íbamos, Atalanta "caza" al veterano Hellriegel (tiene nuestra edad) que está haciendo lo que nosotros con su Look y consigue hacerse una foto con él.
Pensando que el sábado también había "comida de la pasta" volvemos a Roth, pero al parecer no hemos leído bién las instrucciónes, así que damos un paseo, y para casa, que hay que acostarse temprano. Ya en casa de los Harbauer acordamos que Antonio se venga con nosotros el domingo para que su familia no tenga que madrugar tanto. Nos metemos en la cama con malos presagios por parte de Atalanta, que cada vez se encuentra peor, y no ha sido capaz de retener alimentos estos días, y acordándonos del Ciegosabino, q es la única "pata" que falta del trío de "tristes triatletas jaramuguiles", y con quien nos hubiera gustado vivir esta experiencia.
3 comentarios:
Ya estás del todo recuperado y pensando en el próximo o aún no has superado la nostalgia?
Larga vida a la Larga.
Pues todavía sueño despierto, y aún no me he quitado la pulsera blanca. Snif,snif! Ayer 90 km de bici con pequeñas molestias pero ya volvemos a la carga. Lo malo de este deporte, es que no hay presupuesto para hacerse un IM con su viaje correspondiente todos los meses. Taluego!
;( ,,,,
pero existe la lotería...
PD: y todo lo que disfrutamos preparándolo???
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