Música enmarcada
Voy a empezar una serie de entradas con este título, que hace referencia a esas canciones/discos que me gustan más o menos, pero que nada más comenzar a escucharlas, traen a mi memoria una imagen, un momento, un recuerdo, un sentimiento... Unas veces serán marcos alegres, otros tristes, unos más lejanos que otros, unas canciones serán mejores que otras, pero todas son para mí muy especiales.
Quién sabe... Quizá alguna también lo sea para vosotros.
"Surfing trip"
THE BEACH BOYS: "Let's go trippin´"
THE BEACH BOYS: "Let's go trippin´"
Canciones como "Surfin' Safari", "Surfin USA", "Bárbara Ann" o "surfer girl" no dejaban de sonar en el radiocasette de la furgona, o surfgoneta, o fragoneta; tres nombres distintos para un mismo artefacto con cuatro ruedas, que nos pintó con Titanlux en color naranja un amigo de mi padre, y en el que vivimos mil y una aventuras mi hermano, los jaramugos, otros amigos de los que el tiempo y la distancia me han separado, y yo. Una VW de 1974, con el cuentakilómetros estropeado cuando marcaba 270.000 km (no se sabe si en su primera vuelta) y que en su origen, al parecer fué una ambulancia.
Aquel verano (debió ser en el 95 o el 96), Paul, mi hermano y yo mismo, unos surfistas de secano, nos bajamos a Tarifa para una semana de windsurf y risas, muchas risas, en plan "hippioso" y volvimos con el maletero lleno de anécdotas que nos acompañarán toda la vida.
El viaje fué una pequeña-gran aventura. La fragoneta no podía apenas con nosotros y nuestros "achiperres" en las subidas, desventaja que equilibrábamos en las cuestas abajo, bajando en punto muerto, llegando a alcanzar una vez los escalofriantes 120 km/h, mientras la familia a la que adelantábamos nos miraba aterrada.
Tras un sinfín de paradas en las gasolineras (porque el artefacto era lento pero tragón), y echando mano de todo el ingenio que teníamos, porque le dió por no querer arrancar cada vez que apagábamos el motor y su peso equivalía al de un tanque a la hora de empujar, llegamos a la "tierra prometida". Hogar del viento, de las playas huérfanas de turistas y domingueros, del sol, de efebos y nínfas etérnamente bronceados, del "quillo" y la "caló" cuando Eolo nos abandonaba y el sol caía tan a plomo como sólo cae tan al sur.
Fueron unos días inolvidables. Windsurf no hicimos mucho, fué una semana de vientos irregulares y calmas chichas, y Tarifa no es el lugar más apropiado para unos principiantes como éramos nosotros. Pero las risas que nos echamos!
A la vuelta más de lo mismo; de repente la gente nos daba ráfagas, hasta que nos dímos cuenta que íbamos dejando una espesa humareda blanca a nuestro paso. Tras repasar todo más de veinte veces, conseguimos llegar a casa, dónde a posteriori, averiguamos que el problema fué el acéite que se había vertido encima del motor al rellenar el depósito (porque gastábamos casi tanta acéite como gasolina).
Unas canciones, unos días, un cuarteto el que formamos aquel viaje los tres surfistas de pacotilla y la Furgona, merecedores de esta primera entrada de la serie.
Pdta: Dedicado al Bross (mi hermano), a Paul (que anda por tierras mañas) y a aquél vehículo casi humano en su modo de comportarse, con el que tantas aventuras vivimos.
Tras un sinfín de paradas en las gasolineras (porque el artefacto era lento pero tragón), y echando mano de todo el ingenio que teníamos, porque le dió por no querer arrancar cada vez que apagábamos el motor y su peso equivalía al de un tanque a la hora de empujar, llegamos a la "tierra prometida". Hogar del viento, de las playas huérfanas de turistas y domingueros, del sol, de efebos y nínfas etérnamente bronceados, del "quillo" y la "caló" cuando Eolo nos abandonaba y el sol caía tan a plomo como sólo cae tan al sur.
Fueron unos días inolvidables. Windsurf no hicimos mucho, fué una semana de vientos irregulares y calmas chichas, y Tarifa no es el lugar más apropiado para unos principiantes como éramos nosotros. Pero las risas que nos echamos!
A la vuelta más de lo mismo; de repente la gente nos daba ráfagas, hasta que nos dímos cuenta que íbamos dejando una espesa humareda blanca a nuestro paso. Tras repasar todo más de veinte veces, conseguimos llegar a casa, dónde a posteriori, averiguamos que el problema fué el acéite que se había vertido encima del motor al rellenar el depósito (porque gastábamos casi tanta acéite como gasolina).
Unas canciones, unos días, un cuarteto el que formamos aquel viaje los tres surfistas de pacotilla y la Furgona, merecedores de esta primera entrada de la serie.
Pdta: Dedicado al Bross (mi hermano), a Paul (que anda por tierras mañas) y a aquél vehículo casi humano en su modo de comportarse, con el que tantas aventuras vivimos.
12 comentarios:
Je, je, la furgona, qué buena... cómo se quedaba mirando la gente cuando íbamos por el pueblo. La etapa surfera del Ironmanu duró unos cuantos años, hasta que el triatlón, celoso, no toleró otros amores. A ver cuando recuperas esos viajes a Tarifa.
Este estilo de los Beach Boys está bien pero nunca me apasionó. Su etapa más compleja, cuando a Brian Wilson se le va la chaveta y quiere componer "catedrales" es mucho más interesante, la de "Pet Sounds" o "Smile".
qué bonito.
Ojo, que los surfistas y triatletas de LD tienen mucho en común: http://jornaleroman.blogspot.com/2006/05/surfistas-y-triatletas-im.html
Un abarzo
Jo tío como suena a nuestro ERRECINCO.
En invierno no arranca y hay que empujar pero cuando quiere lo hace a la primera. Nos ha llevado, en dos año que llevo con mi leidi a Sevilla, a Alicante, a Benicassim... este finde nos llevará a Lisboa. Es el coche festivalero...
Viniendo de Pucela, de dejar a la hermana de Ladyolé en el aeropuerto, adelantamos en la autopista a otro ERRE CINCO frances naranja, mas pequeño que el nuestro, con dos francesitas dentro. Nos pusimos en paralero quiniestos metros dandonos con la mano y tocandonos el pito a 100 por hora!!! Valla dos máquinas!!
Qué buenos recuerdos!
Esos no se van jamás de la memoria y siempre te traén la alegría de que uno ha vivido unos maravillosos buenos ratos. Además, lo mejor es que la mayoría de las veces son el resultado de la combinación de la amistad (o el amor) y las cosas cosas sencillas.
Muy bonita la entrada Ironmanu.
Que mítico! sería un buen argumento para una peli
jejejejeje, mitica la furgona y mitico el disco, si señor!!
Ay, la furgo, que te producía un plácido amodorramiento con los gases que en lugar de salir del motor entraban donde los pasajeros, jajaja
¿Teníais el plus en el salón?
Atalanta: ¡Qué tiempos aquellos! Sí que tengo que volver a mi vida surfeta, sí...
David:Tú también eres mono...
Talín: Bienvenidooooooooo de nuevo Maestro
Popi: ¿Tocándonos el pito a 100 por hora...?
Isadora: ¿Será que nos vamos haciendo mayores por lo que tanto rememoramos momentos así?
Furacán: De miedo!
Alberto: Somos unos clásicos.
Ciego: Jajaja... Es verdad, cómo te acuerdas de aquél viajecito a Gredos.
Gracias a todos por la visita.
Jooooooo....Manu tus recuerdos son como mis recuerdos....muy bonita la entrada, nosotros ibamos en una t4 a Zarauz, cambia Beach Boys por Green Day, y plas, aparezco a tu lado!
Un abrazo
Hola Annabel. No, si Greenday también sonaba. ¡QUé tiempos aquellos! Un abrazo.
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