lunes, 23 de mayo de 2011

Pequeña lección de tarde de domingo

El cielo se volvió negro y empezó a llover de forma tan violenta que apenas se podía ver el camino. De repente se abrió una pequeña ventana en el horizonte, y allí estaba el arcoiris que pude capturar con la cámara del teléfono. El olor a tierra mojada lo inundó todo y los colores parecían pintados al óleo.

1 comentario:

davidiego dijo...

precioso momento y foto, pero cuidado con volante+cámara...