El cielo se volvió negro y empezó a llover de forma tan violenta que apenas se podía ver el camino. De repente se abrió una pequeña ventana en el horizonte, y allí estaba el arcoiris que pude capturar con la cámara del teléfono. El olor a tierra mojada lo inundó todo y los colores parecían pintados al óleo.
1 comentario:
precioso momento y foto, pero cuidado con volante+cámara...
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