Tercera salida de la semana tras un día de descanso que hemos agradecido todos: La Gigante porque por fín he podido estar a su altura y le he podido apretar algo las tuercas en las subidas, las piernas porque han asimilado los 100km de los días anteriores y hoy respondían a las órdenes del cerebro, el cul... porque va dando forma de nuevo al callo que todos los ciclistas desarrollamos por ahí, y yo porque he tenido buenas sensaciones; por fín!!!!
Seguro que todos los ciclistas reconoceréis los síntomas tras llevar unas semanas sin montar, o sin hacerlo en serio: En las subidas parece que la rueda va frenada; miramos una y otra vez el sillín porque parece que se ha movido y no pillamos la postura...; en las bajadas no se disfruta por falta de confianza... Bueno pues eso es lo que me pasó el martes y el miércoles. Hoy sin embargo han vuelto sensaciones olvidadas: Al acercarse una cuesta en lugar de subir piñones intentar aguantar el desarrollo y la velocidad subiendo de pié; en el llano sentirte plénamente acoplado y sentir que la bici no se mueve mientras aguantas desarrollos duros; y en las bajadas apurar en las curvas intentando no tocar las manetas de freno.
De todas formas tampoco hay que ilusionarse demasiado. Los dos días de entreno han sido asimilados con celeridad y el descanso hace milagros; aún así en una ruta como la de hoy, que tampoco es demasiado duro y sin viento, la velocidad media ha sido de 26,5 km/h. Pero he disfrutado, coño, que es lo que importa al fín y al cabo.
Vuelta por la carretera de La Atalaya y el puerto de Macarros ha sido la ruta de hoy. Se puede hacer en un sentido o en otro, aunque yo lo suelo hacer como hoy porque me encanta la subida por el Pantano de Ciudad Rodrigo hacia Zamarra y La Atalaya. La zona del embalse, popularmente conocida aquí como "El Pantano" es un lugar al que le tengo mucho cariño. Por los montes que lo rodéan hice mis primeros pinitos con la bici de montaña hace un montón de años, y me pulí la zona creando múltiples maneras de combinar unos divertidísimios senderos lisos y llenos de curvas con duras subidas y bajadas; además allí también practicamos windsurf mi hermano y yo unos años que estuvimos muy enganchados a dicho deporte aprovechando cualquier frente o tormenta, en condiciones muy precarias pero disfrutando como enanos; es una zona además, a la que me gustaba mucho ir con Pirata a pegarme unos buenos paséos y cada vez que paso por allí, me acuerdo mucho de él.
Al ver las gráficas os podéis hacer una idea general. La subida por la carretera de El Pantano hasta Zamarra es fácil con algunos tramos durillos, pero se hacen con facilidad. Es un trozo que he utilizado para hacer series en subida muchas en veces, a veces incluso corriendo, y me conozco cada una de las curvas. Después, pasado el pueblo de La Atalaya hay unas rampas importantes que llegan al 11% de inclinación. Tras una fuerte bajada, nos incorporamos a la carretera de Serradilla del Llano, luego a la de Serradilla del Arroyo y bajamos el puerto de Macarros (la finca colindante le da nombre) con muy buen asfalto hacia Ciudad Rodrigo. Al llegar a San Juanejo, volví hacia El Pantano para llegar a los 50 km y mantener así la media de la semana.
Tras el día de ayer, frío y con una niebla tan cerrada que dió lugar a la famosa "cencellada", y que casi parecía nieve, hoy tuvimos niebla otra vez, pero al mediodía empezó a abrirse el cielo y se quedó una tarde estupenda (aunque la temperatura no pasase de 2-3 grados). La previsión meteorológica anuncia lluvia y/o nieve para los próximos días, con lo que no sé si será posible acumular alguna salida más. En cualquier caso no está nada mal... Me gusta como ha empezado el 2012.