Hoy ha tocado el circuíto de Ituero con la subida al paredón que hay entre dicho pueblo y Fuenteguinaldo. Es una pared corta, pero he llegado a ver 14% de desnivel en el Garmin. Por lo demás es un recorrido para rodar, con buen piso y sin desniveles apreciables.
Hasta llegar al subidón citado, se puede aprovechar para ir soltando piernas (que falta hacía con lo doloridas que las tenía de los excesos de ayer). Hay un par de subidas que prácticamente se superan con la inercia y pegándose un pequeño calentón para compensar el frío. Una vez llegado a Ituero sobre el km 20 se gira a la izquierda y hay un par de kilómetros al 4-5 por ciento de desnivel antes de toparse en una curva con el plato fuerte del día. Allí me ha pasado como ayer: Lo recordaba más largo y duro. No penséis sin embargo que no las he pasado canutas... Bendito compact, porque sin él quizá hubiese tenido que echar pié a tierra (tal es mi estado de forma).
Al terminar la cuesta y para recuperar el resuello solía detenerme a echar un trago observando las avestruces que había en una granja a doscientos metros de la carretera, pero hoy no las he visto por ningún lado (se habrán extinguido...). Tras un trago y una barrita, se llega en seguida a Fuenteguinaldo y desde allí todo es terreno rodador hasta Ciudad Rodrigo pasando por el puertecillo de El Bodón. A pesar de lo favorable del perfil la media ha sido de 26,5km/h ya que decidí rodar sin forzar para ir adquiriendo tono muscular; primero hay que adquirir una buena base de kilómetros.
Han sido dos días provechosos, pero mañana toca descanso porque las piernas y lo que se apoya en el sillín están doloridos.
Continuará...
Hasta llegar al subidón citado, se puede aprovechar para ir soltando piernas (que falta hacía con lo doloridas que las tenía de los excesos de ayer). Hay un par de subidas que prácticamente se superan con la inercia y pegándose un pequeño calentón para compensar el frío. Una vez llegado a Ituero sobre el km 20 se gira a la izquierda y hay un par de kilómetros al 4-5 por ciento de desnivel antes de toparse en una curva con el plato fuerte del día. Allí me ha pasado como ayer: Lo recordaba más largo y duro. No penséis sin embargo que no las he pasado canutas... Bendito compact, porque sin él quizá hubiese tenido que echar pié a tierra (tal es mi estado de forma).
Al terminar la cuesta y para recuperar el resuello solía detenerme a echar un trago observando las avestruces que había en una granja a doscientos metros de la carretera, pero hoy no las he visto por ningún lado (se habrán extinguido...). Tras un trago y una barrita, se llega en seguida a Fuenteguinaldo y desde allí todo es terreno rodador hasta Ciudad Rodrigo pasando por el puertecillo de El Bodón. A pesar de lo favorable del perfil la media ha sido de 26,5km/h ya que decidí rodar sin forzar para ir adquiriendo tono muscular; primero hay que adquirir una buena base de kilómetros.
Han sido dos días provechosos, pero mañana toca descanso porque las piernas y lo que se apoya en el sillín están doloridos.
Continuará...
3 comentarios:
Con lo friolero que eres no te imagino estos días montando en bici, jejeje. ¿Cuántas capas llevas?.
Bueno, aunuqe pegarse un buen sofocón siempre ayuda a que se pase el frío.
Ale, hasta que se te vuelvan a hacer las patas y el cu..........
Por cierto, déjate de avestruces, al llegar arriba es mucho más interesante ver los toracos bravos que hay a mano derecha. A veces tienen a los sementales en unos cercados junto a la carretera, impresionan así de cerca. Y como sabes que soy un niño con barbas me dedico a llamarlos y azuzarlos un poco, previa comprobación de que no hay ninguno suelto por la carretera claro, jejeje. Por cierto no hacen ni caso, ellos a lo suyo, a comer, anda que no habrán visto gilipollas haciéndo el tonto, jajajja.
-Oye Ciego, que la otra noche en Gredos, aquí el vegtariano estaba en camiseta, y vosotros abrigados a más no poder. Me está cambiando el metabolismo (o los kg o la edad...).
No me he fijado nunca en lo de los toros, pero te puedo asegurar que las avestruces eran unos bichos con muy mala leche, y que en cuanto me veían se venían a la alambrada con malas intenciones.
Coincido contigo: Estamos fatal, sí, pero cualquier disculpa es buena para parar un momento a recuperar el resuello.
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