Esta es la segunda vez que escribo sobre el LD de Buelna, porque ayer se borró todo accidentálmente, y como no soy un tipo dotado de gran paciencia, me temo que ésta va a ser más breve.
La semana pasada fué especialmente extenuante en lo laboral, con múltiples complicaciones, que me obligaron a ir cargado con el móvil de la empresa, incluso el sábado mientras viajábamos. Como decía, estaba algo estresado por lo que decidí bajarme el viernes por la tarde al pueblo para darme un baño en el río (el primero del año), probar el neopreno (sí, ya sé que debería haberlo hecho antes), y relajarme cenando con los amigotes junto a unas mahous disfrutando del atardecer en La Pesquera. Lamentáblemente, cuando por fín llegué eran casi las nueve de la noche, por lo que desistí de la idea del traje, y me dí un chapuzón que me quitó mil penas de encima. Luego cenamos algo de pasta regada con cerveza en el chiringuito, mientras ultimábamos los últimos detalles de la logística. Nos retiramos pronto, pues quien más quien menos, aún tenía que preparar las cosas y al día siguiente madrugábamos.
Sábado:
Suena el despertador y nos ponemos en marcha. Este año el viaje resulta mucho más rápido y cómodo que el año anterior, pues está casi terminada la autovía. A las 11 de la mañana, ya estamos en Buelna, con ilusiones de hacerlo todo en plan relajado. Recogemos los dorsales, y nos largamos a Comillas para dejar las bicis en la T1. Tardamos más de lo esperado, pues pese a ser poco más de 30 km, se atraviesan algunos pueblos, y todo está lleno de coches y gente (el verano y el buen tiempo). La estampa al llegar es típicamente "domingueraveraniega": La playa atestada, y mirando con curiosidad a los triatletas que van llegando. Preparamos las bicis y nos dirigimos a la zona de vallada para dejarlas, cuando una vez más mi mala química con el personal federativo hace acto de presencia. No llevo el casco (no me pareció buena idea dejarlo al sol) y al parecer es obligatorio. El personaje en cuestión, ataviado con unas gafas de sol espejadas, se me encara y me suelta algo así como:"Te voy a poner una "c" de casco junto a tu nombre; quédate con mi cara, vete a por él y búscame tú a mí, porque si no lo haces, luego no te extrañes de que no salgas en las clasificaciones". Todo ésto por supuesto sin ningún "por favor" o "gracias" de por medio, y con muy malos modos. A veces creo que tienen una foto mía que se pasan entre ellos, para tocarme las narices. Volvemos al coche comentando el incidente, y admirando el rebaño de cabras que hay en boxes y nos largamos de vuelta a toda velocidad, pués aún nos queda dejar el material para la T2, comer y pillar el bus que nos traerá al punto de salida.
Una vez en la zona de meta, dejamos las zapatillas, gorra y alguna cosilla más, y debemos comer la pasta que hemos llevado, en la cola de subida al autobús, porque el tiempo se nos ha echado encima. Ya en marcha, como comenta Atalanta en su crónica, nos sentamos separados, lo que da pié a relacionarnos con otros chalados. Él charla con un chaval de 24 años que ya lleva 4 participaciones en IM, entre ellas una muy pintoresca en Arizona; yo me siento con Pedro, un tío muy majo, habitual del circuito de tris sprint y olímpicos, que debuta aquí en LD (un saludo desde aquí).
Llegamos a la playa, cuanto falta una media hora para la salida, y nos encontramos con la sorpresa muy agradable de que Antonio Alix es el speaker. Nos untamos de vaselina, halibut y protector solar, y por fín estreno mi traje. Me queda muy,muy justo, pero bueno, según la gente experimentada tiene que ser así. Nos acercamos a la orilla y el oleaje nos lleva a comentar que va a ser divertido. Unos paletos de río como nosotros en nuestra primera incursión natatoria en mar algo picadillo.
NATACIÓN
Se da la salida y para allá nos lanzamos (de los últimos por supuesto). El oleaje hace complicado avanzar; hay veces que estás en lo alto y das brazadas en el aire, aunque al menos vislumbras la boya, otras tragas agua y recibes/das algún que otro golpe. Paso por unos minutos de crisis, porque el traje me aprieta tanto, que no puedo inhalar todo el aire posible, además tengo la nariz algo taponada (como siempre) y me agobio un poco. Cuando llegamos a la primera boya, avanzamos de través y todo mejora; por fín se puede "nadar". El paso por la segunda boya nos encara hacia la playa, con el oleaje a favor, pero hay que tener cuidado pues hay algunas rocas a ras de superficie. Salimos a la arena y vuelta a empezar. El problema de opresión se ha solucionado; quizá tengan razón los comentarios que he leído por ahí, de que el traje es de un material que dilata al calentarse, y que es preciso hacerse unas series antes para que se ajuste. Salgo del agua y sorpresa: No soy el último, y al llegar a la T1 quedan aún bastantes bicis. ¡Qué alegría! Los madrugones de este invierno/primavera para ir la piscina han merecido la pena. 0:36:45
BICICLETA
El año pasado el recorrido fué durillo, y éste se comentaba que lo habían cambiado algo, y a peor. Me quito el traje, aunque me debo sentar porque como siempre estoy muy mareado, me pongo el disfraz de triatleta-ciclista y a dar pedales. Echo unos tragos de agua para enjuagarme la boca y quitarme el sabor a sal. Empiezo bién, descansado. En seguida empiezo a adelantar a gente en las cuestas, aunque no me quiero cebar. Paso a Iker (superratón) que íba tocado, disfruto de las bajadillas, y me concentro en mantener un ritmo uniforme, para no castigarme. Hay algo de viento en los llanos, y un par de subidas durillas por delante. En el 50 me pilla Atalanta, que va muy fuerte, y le dejo ir; hemos llegado a la zona del desfiladero, que el año pasado era un infierno, pero éste no hace tanto calor y es mucho más llevadero. Intento beber cada poco del bidón con geles, y lo alterno con agua de vez en cuando. Me como un mulebar, y casi sin darme cuenta estoy en la tercera hora de bici. Decido regular, pensando que la carrera a pié es una incógnita para mí, y quiero llegar lo más fresco posible. Supero la última subida que se atraganta bastante y ya estoy en la T2, ensayando la bajada estilo Raña. Parcial: 3:18:00 a una media de 27.7km/h
CARRERA A PIÉ
Tuve mis dudas, pero al final opté por usar las medilast. Llevo desde la HH sin poder utilizar las plantillas ortopédicas, porque me molestaba mucho el pié averiado, y me siento algo raro al correr, pero me lo tomo con calma. La primera parte es la más fea; te alejas del pueblo, por una zona solitaria (creo que podrían y deberían buscar alguna alternativa), intento mantener una trotecillo ligero, sin alargar la zancada (es lo que peor me ha ído últimamente para los gemelos, a pesar de ser mi forma de correr), me paro en los avituallamientos para beber andando, y "piano,piano" me planto en la segunda parte, que consiste en dar varias vueltas por y alrededor de las pistas de atletismo donde está instalada la meta. El calor de la gente, y los ánimos de Atalanta, consiguen que todo se pase más o menos bién. No he tenido problemas con los gemelos, ni con el pié (salvo en zonas irregulares dónde la sensación es parecida a la de un esguince reciente), sólo algunas pequeñas molestias en la "cabeza" de la rodilla como también me pasó en la HH. Parcial:1:55:43
TOTAL:5:50:28. Puesto 124
Conclusiones:
-No me he exprimido a tope, pero tampoco me veo en forma como para ir "rápido". Ahora mismo no tengo sensaciones de ir fuerte, pero sí de aguantar. Después de la prueba me dieron un masaje los voluntarios,que me recomendaron darme otro en breve, pues tenía bastantes contracturas. Hacía que no corría tanto desde abril de 2007 en la 1/2 de Cáceres (no cuento la HH).
-Me quedé con ganas de conocer a Humberto (Trigloberías) con el que sí estuvo Atalanta, y que al parecer bajó de 5 horas; a Santa, que he leído en su blog que también lo hizo muy bién, y a algún otro bloguero más. Al final no pillé a Alix para hacerme una foto con él como me hubiese gustado.
-Es una prueba para repetir. La gente de la organización es encantadora y amabilísima. Siempre con una palabra agradable y una sonrisa. De verdad merece la pena.
-Después de la prueba, hicieron una parrillada, con lo que a mí en principio me dejaron bastante chafado. Otra vez aparece aquí la gente de la organización. Se lo comento a una chica (creo que es hermana de Noemí) y me facilita el teléfono de la pizzería, y en veinte minutos, tenía mi pizza vegetariana. Al mismo tiempo comenzaron las actuaciones de grupos locales en un escenario montado en el mismo recinto. Qué ricos nos supieron los cachis de cerveza con la satisfacción del deber cumplido. Echamos unas risas con Botón y la gente del club Trival de Valdemoro, y a eso de las 2 de la mañana, a dormir. Una pena que casi no quedaran triatletas en la fiesta, porque la mayoría eran gentes del pueblo.
En definitiva, éste ha sido el último episodio antes de Roth. Comencé a escribir este blog hace un par de meses, con la idea de compartir mis vivencias y pensamientos, teniendo en mente siempre el día 13 del mes que viene, y ahora estamos a las puertas. Sé que voy muy justo de preparación, pero voy lleno de motivación e ilusión.
Muchas gracias a todos y una vez más : ROCK & ROTH!!!
Pdta: Al final me he vuelto a enrollar. Perdón por el ladrillo.