Ya os he hablado de lo mucho que disfruto montando en bici; aún a riesgo de parecer exagerado, os aseguro que me siento más cómodo yendo en bici que andando (quizá tenga que ver con que soy algo patoso y descoordinado).
Este fínde ha estado aquí D, y hemos salido a pasear con las bicis por el carril bici. ¡Qué agradable ha sido disfrutar de las temperaturas casi veraniegas, parar a la sombra para tomarse una cola y echar unas risas, leer el periódico...! A veces lo mejor de la vida se encuentra en las cosas más sencillas.
Pdta: El tímbre se lo regalé el otro día. Es que soy un romántico incurable...
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