¡SORPRESA!

Pues sí, algo así pensé el otro día cuando me dijeron que ayer jueves era festivo en Salamanca. Y qué bien me ha venido, porque he podido conjugar la visita familiar, con unas pizzas+birras con los amigotes viendo el partido de la NBA,y con una soleada salida larga en bici.

Fué gracioso porque nada más salir de casa, me crucé con dos pandillas de señoras de esas que salen a andar por las mañanas, y que me gritaron algo así como: "venga, aprieta el culo, que vas el último". Joer, pensé yo, con la liberación de la mujer... Al poco me adelantó una furgoneta con carteles indicando "ciclistas en ruta" y a los pocos kilómetros vislumbré a lo lejos un grupo. Al alcanzarlos, me contaron que son un grupo de jubilados y algun otro que se había animado a acompañarles, pertenecientes al Club Ciclismo Foronda de Vitoria, que han estado una semana haciendo kilómetros por la zona (Zamora, Salamanca, Los Arribes, Ciudad Rodrigo, Peña de Francia, La Alberca, Béjar...). Ayer salieron de CR, comían en La Alberca, y dormían en Béjar. Unos cuantos integrantes se habían escapado de salida, así que me propuse cazarlos; hacía viento de cara, y al verme íban a relevos, por lo que tampoco me quise exprimir, pensando que quedaban aún muchos kilómetros. Justo antes de llegar a El Maíllo, eché el resto y los pillé, para hacer la subida a la Peña de Francia juntos. Fué muy agradable la subida, porque tenían buenas piernas (habían participado varias veces en la QH) y subimos hablando de ésto y de lo otro... Los dejé arriba, esperando al resto del pelotón para reagruparse y bajé hasta el Cabaco para volver a CR, y luego añadí un pequeño bucle para sumar únos 111 km (el cuentakm volvió a dejar de funcionar). Una buena salida: Sol, subida a la PF y primera vez que supero este año los 100 km. La foto es de "La Gigante" en la puerta de casa, contenta también por el paseo.

El martes cayó otra tromba a la salida del trabajo, por lo que desistí de salir con la bici; luego salió el sol dejando un precioso arco iris (ver fotos) así que me puse las zapatillas y salí a correr por el campo. Ya llegando de vuelta, volvió a cerrarse el cielo de repente, y me cayó una granizada que me puso como una sopa; las pistas frente a la oficina se convirtieron en torrentes, y no había manera de mantenerse de pié porque todo resbalaba. Pese a todo pude anotar 59 minutos de carrera.

Esta noche a las 12 comienza la Hiru. No tengo muchas ganas, lo reconozco; no voy entrenado, parece que todo está embarrado, y que lloverá. Pero me lo tomaré con calma, y a la menor molestia de los gemelos me retiro. Además será un buen entreno mental para Roth. Por cierto, que queda justo, justo un mes.

Ya os contaré a la vuelta. R&R!